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STRASBURG MANTIENE CON VIDA A NACIONALES

Stephen Strasburg tuvo una solución para prácticamente todos los problemas. Juan Soto no soltó el bate sino hasta que llegó a la inicial, al sacudir el jonrón de la ventaja, tal como su rival Alex Bregman lo había hecho en la primera entrada, y los Nacionales vencieron a los Astros 7 por 2 para mandar la Serie Mundial al límite.

Sí, los Nacionales siguen igualando lo que hacen los Astros, en cada lanzamiento, jit, victoria e incluso en la forma de festejar los jonrones. Y los dos equipos comparten algo más: Ninguno ha ganado en parque ajeno.

Strasburg ostentó su temple y su mejor recta para lanzar pelota de cinco jits a lo largo de ocho episodios y un tercio para forzar a un séptimo juego de la primera Serie Mundial en la historia en que el equipo visitante ha ganado cada uno de los primeros seis compromisos.

Adam Eaton y el dominicano Soto batearon jonrones solitarios ante Justin Verlander en el quinto acto, Anthony Rendón empujó cinco carreras, incluidas dos con un cuadrangular en el séptimo, y Washington remontó para igualar 3-3 el Clásico de Otoño.

Acicateados por una decisión de los umpires en la inicial durante el séptimo inning, los Nacionales aumentaron su ventaja momentos después, cuando Rendón sacudió su vuelacerca frente a Will Harris. El manager boricua de Washington, Dave Martínez, continuó con sus furiosas protestas y fue expulsado durante ese episodio.

Dos coaches debieron detener al piloto. En la novena entrada, Rendón agregó un doblete de dos carreras ante Chris Devenski.

Max Scherzer, el abridor de los Nacionales, recibió una inyección de analgésicos, y volverá a la lomita para abrir el séptimo encuentro por Washington, el martes por la noche, según informó Martínez. La irritación de un nervio en el cuello le impidió al as encargarse del quinto juego.

Scherzer calentaba en la séptima entrada, antes del garrotazo de Rendón. Se sentó después, y Martínez se convirtió en el primer manager expulsado de un encuentro de la Serie Mundial desde 1996. En aquel año, quien perdió los estribos fue Bobby Cox, de Atlanta.

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