La selección femenil de futbol de Estados Unidos presentó el jueves en la noche en el Tribunal de Distrito de Estados Unidos en Los Ángeles, una demanda por discriminación de género contra la Federación de Futbol de Estados Unidos (USSF, por sus siglas en inglés).
Las jugadoras de la selección nacional denunciaron a la federación el pasado marzo por más de 66 millones de dólares alegando discriminación de género institucionalizada, que incluye una compensación desigual a los combinados femenino y masculino.
Cada parte en la demanda colectiva solicitó en juicio sumario a su favor. La estimación de daños, que incluye intereses, fue proporcionada por Finnie Bevin Cook, un economista de Deiter Consulting Group contratado por las demandantes.
Los acuerdos colectivos mostraron una disparidad en las bonificaciones a hombres y mujeres, pero también las diferencias en las estructuras salariales de los dos quipos.
“A las jugadoras del equipo nacional femenino se les paga de forma diferente porque lo pidieron específicamente y negociaron un contrato completamente diferente al del equipo nacional masculino, a pesar de que se les ofreció, y rechazaron, un acuerdo similar de pago por juego durante las últimas negociaciones”, dijo la USSF en un comunicado.
“Su preferencia fue un contrato que proporciona beneficios adicionales significativos que la selección masculina no tiene, incluidos salarios anuales garantizados, seguro médico y dental, asistencia pagada para el cuidado de hijos, embarazo pagado y baja maternal, indemnización por despido, continuación del salario durante periodos de lesiones, acceso a un plan de jubilación, múltiples bonificaciones y más”, agregó.