Con la finalidad de reducir el impacto que la crisis del coronavirus (COVID-19) está teniendo sobre Disney, el presidente ejecutivo de Disney, Bob Iger, renunciará a su salario a partir de abril.
Y es que esta empresa ha cerrado sus parques temáticos, cancelado estrenos de cine y pausado casi todos los rodajes.
Iger, que asumió el cargo en febrero tras abandonar su anterior puesto como consejero delegado de la empresa, contó con un salario base de 3 millones de dólares según los datos del último año fiscal, aunque sus ingresos superaron los 45 millones por complementos, bonos y reparto de acciones.
A él, se suma el nuevo consejero delegado de Disney, Bob Chapek, quien anunció que también reducirá su remuneración el 50 por ciento, una medida que aplicará al resto de miembros de la junta directiva para “llevar la carga” de las drásticas medidas que el gigante del entretenimiento ha tenido que tomar para hacer frente a la pandemia del COVID-19.