ESPECTÁCULOS

CUESTIONAN SI JOKER PODRÁ ALCANZAR EL ÉXITO TAQUILLERO

El escándalo es inminente: después de que varios cuerpos de seguridad estadounidenses admitieran se encuentran en alerta debido al estreno de Joker, de Todd Phillips, los productores decidieron que la prensa especializada no formara parte del estreno oficial de la película en Los Ángeles. Unos días atrás, Joaquín Phoenix se levantó en mitad de una rueda de prensa después de que le interpelaran acerca de la forma en que la película aborda la violencia armada.

Como si eso todo lo anterior no fuera suficiente, los sobrevivientes a la masacre del 2012 en Aurora (Colorado) hicieron pública una carta conjunta en la que insistieron en que Warner Bros. y Todd Phillips se aseguraran de rechazar cualquier discurso violento en el film. Al final, Joker antes de su estreno se ha convertido en motivo de extraña controversia todavía sin respuesta: ¿alienta la violencia la figura humanizada de un criminal peligroso?

Se trata de un cuestionamiento que tanto el estudio como Phillips se han negado a responder de manera directa, en lo que parece una maniobra de marketing más o menos evidente y la intención de mantener el secreto el plot central del argumento. Aun así, lo que buena parte de la crítica especializada se pregunta es que si las múltiples acusaciones y discusiones alrededor de la película podrían afectar sus posibilidades de convertirse en un éxito de taquilla o directamente, de formar parte de las listas de nominadas en la próxima temporada de premios.

Después de todo, a Joker se le acusa de no solo hacer apología a la violencia, sino también de utilizar la figura del icónico personaje para sostener algunas ideas confusas sobre acerca de agresiones masivas y delitos de odio.

Por supuesto, por ahora, todo se trata de rumores: la película se estrenó en el Festival de Venecia con una ovación de ocho minutos y ganó el León de Oro como mejor película del año. De hecho, el jurado se mostró sorprendido que una película de un gran estudio —y destinada al éxito comercial— tuviera de hecho, una connotación tan oscura, siniestra y ambigua.

Más allá de los festivales y la opinión especializada, hay una fundamentada preocupación por la posibilidad que el discurso del personaje —que en apariencia, se basa en la reivindicación de las desigualdades sociales a través de la violencia— pueda sustentar un peligroso mensaje, de cara al crispado ambiente cultural que atraviesa EE.UU. en la actualidad y que, además, está sustentado en una serie de planteamientos sobre el odio racial y clasista que la película en apariencia, pone en relieve.

Lo único cierto, es que el film de Todd se ha convertido en el centro de una extraña expectativa que sin duda, la llevará a ser un éxito taquillero indiscutible, aunque es más que probable, que el mismo motivo afecte sus posibilidades para alzarse en categorías relevantes en las próximas entregas de premios de envergadura. ¿Puede ser la polémica el ingrediente que justo evite a Joker convertirse en un éxito como propuesta? A escasos días para su estreno, solo esta esperar para conocer la respuesta.

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