Las mujeres iraníes rompieron un tabú con su entrada al estadio Azadi de Teherán, donde fueron las protagonistas indiscutibles del partido clasificatorio del Mundial entre las selecciones de Irán y Camboya.
Con banderas iraníes, gorros con los colores nacionales y vuvuzuelas, las mujeres comenzaron a animar en un ambiente ensordecedor más de dos horas antes de que arrancara el duelo, que terminó con la victoria aplastante de Irán por 14-0.
Con su presencia en Azadi, un lugar que tenían vetado desde hace cuatro décadas, hicieron historia, aunque su acceso no estuvo exento de controversia, ya que solo se vendieron 3.500 entradas para las mujeres.
En esta ocasión hubo también restricciones, sobre todo para las periodistas. No se emitieron por ejemplo acreditaciones para cámaras de televisión o fotógrafas para evitar su presencia junto a los hombres en el campo.
Las periodistas quedaron recluidas en una especie de zona VIP sin acceso a las aficionadas, pese a que, según dijo uno de los representantes de la FIFA, habían luchado durante tres días para conseguir más facilidades.
Paso a paso”, fue la frase más escuchada tanto entre los representantes de la FIFA como de la Federación de Futbol Iraní.
A pesar de las limitaciones, para las periodistas iraníes también fue un momento único, ya que después de años cubriendo partidos de futbol por televisión por primera vez podían asistir a uno en persona.