En un principio se creía que la apretada agenda de David Benioff y D.B. Weiss evitó que siguieran su trilogía de ‘Star Wars’. Sin embargo, un reporte reciente expone otra situación: también existieron diferencias creativas con los ejecutivos de Disney y Lucasfilm.
El pasado martes, Deadline reveló que la la trilogía de Star Wars con los creadores de Juego de Tronos no seguirá en marcha. Según rumores, la primera película estaba programada para estrenarse en algún momento de 2022, lo cual habría interferido con la agenda de David Benioff y D.B. Weiss. Sin embargo, parece que los verdaderos motivos no están relacionados con el apretado calendario de ambos creativos.
Variety ha compartido un reporte con las razones por las que Benioff y Weiss no participarán en el universo creado por George Lucas. Según señalan, todo fue por una diferencia creativa con los altos mandos de Disney y Lucasfilm. Los directores pensaban que tendrían toda la libertad para comenzar su proyecto, por lo que rápidamente buscaron una ambientación nunca antes explorada en los filmes de Star Wars.
Para ser concretos, pretendían explorar el origen de los Jedi, alejándose totalmente de la saga Skywalker. No obstante, en una reunión celebrada el pasado verano, los ejecutivos de Lucasfilm establecieron una nueva visión para los próximos largometrajes de la franquicia, marcando algunos lineamientos que obstaculizaron los ambiciosos planes originales de Benioff y Weiss.
Claramente, la productora teme que se repita un fracaso en taquilla como Han Solo: una historia de Star Wars. No debemos olvidar, además, que Star Wars: Los últimos Jedi no fue recibida positivamente por todos lo fans. Las opiniones sobre el trabajo de Rian Johnson siguen divididas hasta la fecha. Disney no quiere dar pasos equivocados que pudieran originar otro golpe para su millonaria marca.
El citado medio agrega que también influyó el acuerdo entre los directores y Netflix, pues dejó en evidencia que Benioff y Weiss estaban esperando una oportunidad que ofreciera mayor libertad. El servicio de vídeo en streaming les ofreció 250 millones de dólares para crear películas y series con plena independencia creativa, algo que no pudieron presumir en la empresa del ratón Mickey.