El domingo las plantas de motores y transmisiones de General Motors, ubicadas en Ramos Arizpe, entraron en paro técnico parcial como consecuencia de las más de tres semanas de huelga de la unión de trabajadores de la compañía en Estados Unidos.
Además, de acuerdo con la empresa automotriz, las plantas de San Luis Potosí y Toluca continúan sus operaciones de forma regular y se mantiene en espera de que los complejos de Ramos Arizpe y Silao, que suspendió operaciones la semana anterior, puedan reabrirse en los próximos días.
Coahuila se mantiene en alerta, y de ser necesario, el Gobierno del Estado lanzaría programas emergentes para apoyar a los trabajadores que pudieran ser suspendidos de sus labores en esa empresa, anunció hoy Miguel Ángel Riquelme Solís.
El Gobernador de Coahuila indicó que su administración se mantiene en contacto con la armadora automotriz por medio del Secretario de Economía, Jaime Guerra Pérez, quien tiene comunicación con los directivos en Ramos Arizpe y con el sindicato, con el objetivo de atender el problema.
Admitió que, sin lugar a dudas, habrá un impacto en el Estado por esta situación, pero confió que en estos días se pueda solucionar el paro en Estados Unidos.