Autoridades militares expulsaron a ocho efectivos de la Primera División de Marines, con mención de deshonorabilidad, es decir, vetados de las Fuerzas Armadas de manera definitiva, bajo el cargo de tráfico de indocumentados de origen mexicano y narcotráfico. Mientras que otros 15 fueron sancionados administrativamente, pero seguirán en sus cargos.
Un militar más enfrenta cargos criminales en la base naval de Camp Pendleton en San Diego. Pasará 18 meses en una celda en la base naval antes de ser dado de baja.
Al respecto, la portavoz de la Primera División de Marines, mayor Kendra Motz, declaró al portal especializado Military.com que los ocho marines que se declararon culpables de cargos de tráfico de indocumentados fueron dados de baja sin honores.
El caso inició en julio pasado cuando oficiales de la Patrulla Fronteriza vieron que un vehículo salió momentáneamente y se volvió a reincorporar a la carretera que une a Arizona con San Diego, en un tramo identificado como corredor de migrantes indocumentados a cuatro kilómetros de la frontera con México.
Al revisarlos, el conductor y un pasajero se identificaron como marines. Los agentes revisaron el auto, en el que encontraron a tres indocumentados mexicanos, quienes habían pagado ocho mil dólares cada uno para que los llevaran a Los Ángeles.