Los principales partidos y plataformas civiles de Bolivia anunciaron su oposición a que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) autorice la candidatura de Evo Morales al Senado, al filo del plazo este miércoles para que el expresidente complete un trámite administrativo.
Por su parte, Morales debe completar hoy su documentación si quiere seguir en la lista de senadores de su partido, el Movimiento Al Socialismo (MAS).
Entre la documentación faltante figura una prueba de residencia permanente en el país durante los últimos dos años, algo que sus adversarios esgrimen que no puede probar porque en noviembre partió al exilio en México y luego se refugió en Argentina.
El excandidato de derecha Óscar Ortiz anunció que “apenas (el TSE) abra el periodo de impugnaciones, estaremos presentando la impugnación” contra Morales, que dimitió el 10 de noviembre tras denuncias de fraude en los comicios de octubre y en medio de la presión en las calles de movimientos civiles y de los militares y policías.
Además de incumplir el requisito constitucional, Morales “no es un candidato que merezca estar en el Senado para refugiarse de todos los abusos que cometió”, dijo Ortiz, aliado de la presidenta provisional de Bolivia, Jeanine Áñez, quien es a la vez candidata en las elecciones del 3 de mayo.
El expresidente Carlos Mesa, segundo detrás de Morales en los anulados comicios de octubre y quien volverá a presentarse en mayo, criticó la postulación de su rival a un escaño.