La histórica caída de los precios del petróleo y el temor a un freno generalizado de la economía por el coronavirus arrastraron este lunes las bolsas a una jornada negra, con importantes caídas en índices de todo el mundo.
De acuerdo al analista de Northeast Securities, Shen Zhengyang, “La epidemia contaminó la atmósfera de los mercados. Con las bolsas europeas y estadunidenses cayendo y el hundimiento del precio del petróleo, la epidemia es un catalizador de la debilidad y las contradicciones de la economía mundial”.
“El riesgo de recesión mundial aumentó (…) Un retroceso prolongado del consumo, además del cierre prolongado de las empresas, atacaría los beneficios, conduciría a suprimir empleos y pesaría en el ánimo de los actores económicos”, apuntan por su parte los analistas de Moody’s.
Y es que el petróleo sufrió este lunes una caída de cerca del 30% en Asia, la más importante desde la Guerra del Golfo de 1991, consecuencia de la decisión de Arabia Saudita de rebajar drásticamente sus precios tras el fracaso la semana pasada de sus negociaciones con Rusia.
“La caída de un 30% del precio del petróleo no tiene precedentes y está provocando una gran onda de choque en los mercados financieros”, dijo Margaret Yang, una analista de CMC Markets.
Los mercados temen ahora una crisis de la economía real, a medida que la epidemia de coronavirus afecta a las cadenas de producción de todo el planeta, obliga a cancelar vuelos y eventos profesionales y hace caer el turismo.
La caída en las bolsas podría además provocar dificultades de financiación para la economía real, como ya ocurrió en la crisis financiera de 2008.
Por su parte Japón parece dirigirse a la recesión, definida como una contracción del PIB durante al menos dos trimestres seguidos. Si se confirma sería la primera desde 2015.