El líder de Corea del Norte, Kim Jong Un, admitió que su país carece de instalaciones médicas modernas y pidió mejoras urgentes, según dijeron el miércoles medios estatales, en una evaluación poco habitual del sistema sanitario norcoreano en medio de las preocupaciones por el coronavirus en el empobrecido país.
Expertos externos señalan que una epidemia de coronavirus en Corea del Norte podría ser devastadora, dada la escasez crónica de suministro médicos y su anticuada infraestructura sanitaria. Kim hizo sus comentarios durante una ceremonia para celebrar el inicio de la construcción de un nuevo hospital.
Corea del Norte ha librado una intensa campaña para protegerse del nuevo virus, aunque ha insistido en que nadie ha enfermado en el país, una afirmación que cuestionan muchos expertos extranjeros.
Pyongyang ha prohibido la entrada a turistas extranjeros, aplazado el inicio del curso escolar e impuesto cuarentenas a cientos de extranjeros y miles de norcoreanos para frenar el virus. KCNA dijo la semana pasada que las autoridades habían inspeccionado y desinfectado vehículos, barcos y mercancías en zonas fronterizas y puertos, y señaló que algunas importaciones se quedarían 10 días en espera antes de ser entregadas.
Sin embargo, grupos que estudian a Corea del Norte desde Corea del Sur afirman que el país ha tenido enfermos y muertes por el nuevo virus.