Un presunto reclutador deportivo en realidad era un explotador sexual que había convencido a siete jóvenes sudamericanos para que viajen a España con el fin de tener oportunidades en el mundo del fútbol europeo.
La Guardia Civil puso en marcha la operación Promises: detuvieron a tres personas y liberaron a los deportistas sudamericanos, entre los que había un menor procedente de Argentina. El resto de los jóvenes, según las primeras informaciones, eran nacidos en Colombia.
Las versiones iniciales indican que los deportistas arribaron al país europeos asesorados por un supuesto entrenador (mencionado como J. en los informes) y un teórico ojeador (bajo la inicial de D.). Ellos ofrecían alojamiento y los medios para probarse en clubes de la zona. Sin embargo, según aseguró la Guardia Civil, el desenlace de esta terrorífica película era completamente distinto: eran incitados a prostituirse.
Estos hechos se registraron en el municipio de Prado del Rey, que cuenta con poco más de 5.000 habitantes y que está ubicado a más de una hora de la ciudad de Cádiz, la cabecera de esa provincia situada al noroeste de España. Los siete muchachos liberados se alojaban en el segundo piso de una vivienda ubicada junto a la estación de autobuses, cercana a un campo de fútbol.
“Se encontraban en una circunstancia totalmente vulnerable. Han venido totalmente engañados y estafados por estos presuntos delincuentes. Una situación dramática que ha caído en nuestro pueblo como un jarro de agua fría”, declaró la alcaldesa Vanesa Beltrán Morales en diálogo con el canal televisivo TN, quien confirmó que el único menor del grupo es argentino.
“Estos chiquillos venían como un proyecto futbolístico, los metían en una vivienda y debían pagar una suma fija al mes. Como no podían satisfacer ese dinero porque no tenían empleo y cómo reportarle económicamente, supuestamente obligaban a estos jóvenes a prostituirse”, agregó Beltrán Morales.