El ex fiscal de Coahuila, Jesús Torres Charles, catalogó como intereses mezquinos los que tiene el ex presidente Felipe Calderón, al tratar de involucrarlo con el crimen organizado, durante su pasada visita a la entidad, y dijo que analiza proceder de manera legal, porque tiene las pruebas suficientes para demostrar que siempre se trabajó en coordinación con el Gobierno Federal, y nunca fueron omisos.
“Es una forma muy mezquina de querer llevar agua a su molino y de querer ganar simpatías para su partido, mediante el uso de mentiras. Me parece una torpeza de este señor, de Felipe Calderón, querer ganar votos con una pila de más de 100 mil muertos que pesan sobre su conciencia”, dijo Torres Charles, quien ahora radica en la Ciudad de México.
Recordó que hubo personas que sufrieron en carne propia la persecución del Gobierno Federal a través del llamado “Coahuilazo” –que el mismo Calderón desconoció-, pero todos los involucrados, incluido su hermano Humberto Torres, resultaron exonerados por sentencia o por amparo porque los jueces consideraron las pruebas que presentó la PGR de testigos protegidos como ilegales.
Los involucrados en el “Coahuilazo” iniciaron ya procedimientos contra autoridades federales encabezadas por Felipe Calderón, hay una queja ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), un procedimiento interno en la Procuraduría General de la República contra servidores públicos del sexenio pasado; se iniciará un procedimiento de responsabilidad patrimonial y aunque la Corte Interamericana de Derechos Humanos no ha admitido la denuncia, ésta se insistirá en este tema cuando se agoten las instancias en México.
“Insisto y ahí debe estar documento en la Secretaría de Finanzas, se compraron camionetas (durante la pasada administración estatal) para el Ejército Mexicano, se les daba apoyo en gasolina para pudieran trabajar en el tema de la seguridad. Ellos tenían sus consignas de trabajo y nosotros los apoyábamos para que hicieran eso”, dijo.
Agregó que existió el proyecto de la Base Naval que se le iba a construir a la Marina Armada de México; “vinieron altos jefes de la Marina en dos ocasiones”.
“También por ahí, en noviembre del 2010, el presidente (Felipe Calderón) no autorizó la construcción de tres cuarteles para el Ejército los cuales iba a financiar el Gobierno del Estado. Hubo muchos esfuerzos por parte de nosotros para tratar de trabajar en coordinación”, señaló.