Al menos 11 elefantes de una misma manada murieron recientemente en la cascada Haew Narok, en el Parque Nacional Khao Yai, en Tailandia, al despeñarse cuando presuntamente trataban de rescatar a una cría que había caído primero.
El pasado sábado, cuando se conoció el incidente, las autoridades reportaron inicialmente la muerte de seis ejemplares, pero poco después, con ayuda de drones, se descubrieron los cadáveres de otros cinco animales.
Las imágenes de los drones muestran la ubicación de un total de 11 elefantes muertos en el río del parque, confirmaron este martes fuentes oficiales tailandesas, que consideraron la pérdida como una de las mayores de la especie en Tailandia recientemente.
Funcionarios del parque señalaron que dos elefantes más merodeaban la zona, pero fueron puestos a salvo por integrantes de la unidad de protección que acudieron a la cascada, una de las más grandes y atractivas del país.
El gobernador de la provincia Nakhon Nayok, Nattahapong Sirichana, anunció el “lamentable” descubrimiento de otros cinco elefantes muertos en la cascada, cerca del lugar donde los otros seis cayeron el sábado, de acuerdo con reportes del diario local Bangkok Post.
El Ministerio tailandés de Recursos Naturales y Medio Ambiente anunció que se construirá una barricada en el lugar del accidente para evitar la caída de otros animales del parque, que es el hogar de unos 300 elefantes salvajes y otras especies, entre osos y gibones.