España declaró el estado de alarma en todo el territorio, una medida que habilita al Gobierno de Pedro Sánchez a cerrar de forma preventiva zonas de población, limitar el uso de servicios públicos y obligar al “confinamiento” de la población en sus domicilios.
Con más de 4.200 infectados y 121 muertos en España según el último recuento del jueves, Sánchez ha anunciado una medida que había evitado pero que este jueves ha calificado como “una herramienta para afrontar crisis extraordinarias como las que desgraciadamente está sufriendo nuestro país”.
El estado de alarma, que se aplica por segunda vez desde el regreso de la democracia y estará vigente por 15 días, permite al Ejecutivo prohibir el movimiento de personas en zonas concretas y períodos de hasta dos semanas.
El Gobierno podrá limitar o racionar el uso de servicios o el consumo de artículos de primera necesidad e impartir las órdenes necesarias para asegurar el abastecimiento de los mercados.