Evo Morales, mandatario de Bolivia, lideraba el conteo oficial de la primera vuelta de las elecciones presidenciales, hasta el cierre de esta edición, pero todo apuntaba a que sufrió un revés y deberá enfrentar a su rival, el expresidente Carlos Mesa, en una segunda vuelta.
De acuerdo a los primeros resultados del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Morales encabezaba el cómputo con 45.28% de los votos frente a 38.16% de Mesa, al tener 83.76% de las actas verificadas.
Para ganar en primera vuelta, un candidato debe obtener 50% más un voto o ganar con al menos 40% de los sufragios, pero con una diferencia de 10 puntos porcentuales frente al segundo lugar.
La fecha de una posible segunda vuelta no está definida, pero sí es posible pensar que Morales podría ser vulnerable a una oposición unida.
En sus casi 14 años de Gobierno, el mandatario garantizó estabilidad económica, política y un crecimiento sostenido por encima del 4% anual en promedio desde 2010. También redujo la pobreza, pero su administración se vio salpicada de escándalos de corrupción que mermaron su apoyo.
Esta es la votación más baja que recibe Morales desde que asumió el poder en 2005 cuando ganó con 54% de los votos. En 2009 fue ratificado con 64% y en 2014 fue reelecto con 61% de los sufragios.
Morales, exlíder sindical que llegó al poder para convertirse en el primer presidente indígena de Bolivia, ha estado en el cargo durante casi 14 años y su mandato ha sido el más extenso de la historia de su país.