Miles de iraníes serían sometidos a pruebas para detectar el nuevo coronavirus mientras el número de casos confirmados aumentó nuevamente el sábado en la República Islámica, subrayando la preocupación generada por el brote en la nación.
El COVID-19, la enfermedad causada por el virus, deja por el momento 43 muertos de los 593 casos confirmados en el país, explicó Kianoush Jahanpour, vocero del Ministerio de Salud iraní en una conferencia de prensa.
Expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y otros temen que el país pueda estar reportando menos contagios de los que en realidad registra.
El portavoz rechazó además un reporte del servicio en farsi de la BBC que, citando fuentes médicas anónimas, afirmaba que el número de víctimas mortales era cuatro veces mayor.
Aunque el porcentaje de decesos sobre contagios dejaría la tasa de mortalidad del virus en Irán en el 7%, mucho más alta que en otros países, las autoridades siguen minimizando la magnitud del brote.
Por otra parte, Arabia Saudita anunció el sábado que impedirá que ciudadanos del Consejo de Cooperación del Golfo visiten los sitios más sagrados del islam, La Meca y Media, por temor a la propagación del coronavirus.
La decisión podría afectar a millones de fieles antes del mes sagrado de ayuno, el Ramadán, y la peregrinación anual del haj.