El gobierno de Ecuador declaró el jueves la emergencia sanitaria, lo que implica el aislamiento domiciliario de los viajeros que provengan de países con mayor cantidad de casos del nuevo coronavirus y la restricción a la exportación de desinfectantes, mascarillas y jabones.
A su vez pidió a las iglesias realizar sus cultos por internet y restringió las concentraciones masivas.
En una cadena de radio y televisión, el presidente Lenín Moreno justificó la decisión aduciendo “el avance a nivel mundial del coronavirus, declarado como pandemia por la Organización Mundial de la Salud”.
“Aprendamos de otros países. El mejor aliado es nuestra disciplina y la higiene personal… Es tarea de cada uno de nosotros cuidarnos y cuidar a los demás”, aseveró Moreno.
Por su parte, el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires dispuso el jueves la suspensión de los recitales y eventos masivos y deportivos para evitar el avance del coronavirus. También permanecerán cerrados los museos y espacios culturales y se restringirán las concentraciones de personas que no sean esenciales.
El alcalde de la ciudad, Horacio Rodríguez Larreta, dijo en una rueda de prensa que “entiendo que algunas de estas medidas pueden parecer exageradas, pero como gobierno preferimos prevenir”.
En Bolivia, cinco de las ocho alianzas que competirán en las elecciones presidenciales del 3 de mayo anunciaron que suspenderán las concentraciones de militantes y los actos de campaña para evitar la propagación del COVID-19.
En América Latina hay registrados más de 160 casos en al menos 12 países y ha habido dos fallecimientos: uno en Argentina y otro en Panamá.
