Varios países europeos han comenzado a reanudar su actividad diaria, aunque de forma parcial y bajo una fuerte vigilancia. El sector manufacturero, el de la construcción y el comercio al por mayor pueden abrir fábricas y tiendas y reactivar las obras, por lo que 4.5 millones de italianos fueron llamados a volver al trabajo.
Las reglas de distanciamiento siguen en vigor, también en los parques, que fueron reabiertos. Y si los italianos quieren visitar a sus familiares, lo pueden hacer siempre y cuando lleven cubreboca.
Las restricciones de desplazamiento se han suprimido y se autorizaron reuniones de hasta 10 personas con el respeto de la distancia social. El cubrebocas es obligatorio en los transportes y los comercios.
Los centros escolares de nivel secundaria reabrieron el lunes para los alumnos de último grado.
También reabrieron los hoteles, centros comerciales y una parte de los centros culturales como bibliotecas y algunos museos.
Sin embargo, mucha gente expresa temor de un rebrote del coronavirus y extrema sus precauciones al salir a la calle.