El Congreso chileno fue evacuado el viernes luego de que centenares de manifestantes intentaron pasar su perímetro de seguridad en medio de enfrentamientos con la policía, en el octavo día de multitudinarias protestas contra el gobierno que han dejado 19 muertos.
A la sede del Legislativo, ubicada en el vecino puerto de Valparaíso, llegaron los manifestantes que fueron violentamente dispersados con gases lacrimógenos.
Los congresistas y el personal administrativo fueron evacuados mientras grupos de encapuchados levantaban barricadas y lanzaban piedras contra la policía antimotines.
La víspera el Congreso aprobó un proyecto de ley que rebaja las tarifas eléctricas enviado por el presidente Sebastián Piñera, quien firmó el viernes una nueva iniciativa para mejorar levemente las pensiones de los más pobres. Pero estas medidas no han logrado frenar las protestas.
A medida que avanzaba la tarde millares de chilenos se movilizaban a las plazas de sus ciudades para volver a expresar sus demandas de mejores salarios, jubilaciones y educación expresadas por una masa sin voceros ni organización aparente.
La analista Marta Lagos, directora de Latinobarómetro, dijo a The Associated Press que la magnitud de las manifestaciones es inédita, nunca vista durante la dictadura del general Augusto Pinochet (1973-1990) ni desde el restablecimiento de la democracia.