Los pasajeros del crucero “Diamond Princess”, afectado por el coronavirus, han cumplido con su cuarentena, pero no así para más de mil miembros de la tripulación, que se encuentran temerosos de su vida.
Esto debido a que mientras que los viajeros a bordo estaban confinados en sus camarotes casi 24 horas al día, la mayoría del personal no podía observar las mismas restricciones. Tenían que preparar y llevar comidas a las cabinas, traer toallas, entregar periódicos.
El hecho de que estas tareas fueran realizadas por la tripulación de origen suscitó fuertes críticas, ya que algunos consideran que podrían haberse convertido en agentes de propagación del virus.
De las 3 mil 711 personas que se encontraban inicialmente en el buque, más de 630 contrajeron este coronavirus que apareció por primera vez en diciembre en China y que luego se propagó a varios países, sobre todo en Asia.
Luego de que todos los pasajeros hayan sido desalojados, la tripulación deberá soportar otra cuarentena de 14 días.
“Tenemos mucho miedo, yo y mis colegas. Trabajamos desde el comienzo de la cuarentena del buque. A medida que pasan los días y aumenta el número de personas infectadas, aumenta el temor”, explicó Sonali Thakkar, un patrullero de seguridad a AFP.