Los negocios establecidos están localizados en las calles Guadalupe Victoria y Juan Aldama, en el tramo de Ignacio Allende a Guillermo Purcell, cuyos ilícitos se presume ocurrieron en el transcurso de la noche o madrugada en los últimos días ante la nula vigilancia de la Policía Municipal.
Juana María Flores, Esther Vasconcelos y David Esquivel, empleados de los comercios, dijeron que los hurtos a las tapas se deben a que las cubiertas sólo están sobrepuestas de las bases, lo que representa un atractivo para quienes se dedican a juntar y vender fierro viejo.
Zócalo acudió a los seis sitios de donde los ladrones arrancaron las tapas, saliendo a relucir que los cables y conexiones de teléfono en este momento están vulnerables para la gente que desee realizar algún tipo de intervención telefónica.