La Procuraduría General de Justicia del Estado citó a Raúl Vera, obispo de Saltillo, para que rindiera una declaración testimonial con relación a los casos de sacerdotes que son acusados de pederastia; el jerarca no asistió a la comparecencia que debió tener ayer.
El pasado 25 de julio, la autoridad ministerial citó al prelado para que este jueves aportara información en torno a una averiguación que se lleva a cabo desde el 2014.
Ante esta situación, la Diócesis de Saltillo envió un comunicado donde se explicó que el Obispo no acudió al citatorio, aunque envió a sus representantes legales al Ministerio Público, ya que el sacerdote tenía a su cargo el inicio de las festividades del Santo Cristo de la Capilla.
A su defensa, señaló la Diócesis, no ha recibido ninguna acusación sobre delitos sexuales contra alguno de sus integrantes. Además sostuvo que los procesos de denuncia que se hicieron públicos en el 2014, fueron llevados y concluidos en conjunto con El Vaticano, donde se decidió retirar del sacerdocio a los implicados.
“Es doloroso hablar de violencia infantil, pero es aún más lamentable que mantengamos un silencio que pueda implicar más abusos”, aseveró la Diócesis en un boletín.
A excepción del castigo aplicado por el poder eclesiástico a través de la Sede Suprema, los dos casos que incurrieron en el delito de la pederastia, y que fueron señalados por el propio Obispo de la ciudad, no han sido concluidos por la PGJE por falta de avances.
La Diócesis de Saltillo apuntó en el comunicado que el citatorio que debió ser cumplido a las 11:00 horas de ayer, se lanzó bajo un contexto político y social, que incluye las elecciones del Estado, y el alza en los índices de violencia; temas de los cuales ha opinado críticamente el obispo Raúl Vera en varias ocasiones.
