La secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, negó alguna presión del gobierno federal para que Carlos Romero Deschamps renunciara a la dirigencia del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM).
Señaló que la decisión que asumió el líder petrolero fue personal para atender una investigación que le sigue la Fiscalía General de la República.
“El resolvió por su propia voluntad separarse del sindicato petrolero, no fuimos nosotros porque el señor presidente me ha instruido a que respetemos de forma irrestricta la vida interna de los sindicatos”.
La funcionaria reconoció haber tenido contacto directo con el dirigente obrero, no de ahora sino desde que asumió el poder el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien la nombró representante única ante los líderes obreros y de organizaciones de la sociedad.
De hecho, recordó, mantuvo comunicación permanente cuando a principios de año se emprendió el combate contras las bandas de robo de combustible.
“Hablamos del reparto de gasolina y los ductos, el huachicol. Él se sumó al combate al huachicol y lo hizo de manera pública”, apuntó.
