TECNOLOGÍA

¿QUÉ EFECTO TIENE EN TU SALUD INTESTINAL EL NO DORMIR BIEN?

Una nueva investigación del Centro Champalimaud para lo Desconocido en Lisboa (Portugal) descubrió que la función de un grupo de células inmunitarias, que se sabe que contribuyen intensamente a la salud intestinal, está directamente controlada por el reloj circadiano del cerebro, según publican en la revista científica ‘Nature’.

Es bien sabido que las personas que trabajan en turnos nocturnos, o viajan a menudo a través de diferentes zonas horarias, tienen una mayor tendencia a tener sobrepeso y sufrir inflamación intestinal. La causa subyacente de este fenómeno fue el tema de muchos estudios que intentaron relacionar los procesos fisiológicos con la actividad del reloj circadiano del cerebro, que se genera en respuesta al ciclo de la luz del día.

“La falta de sueño, o los hábitos de sueño alterados, pueden tener consecuencias dramáticas para la salud, lo que resulta en una variedad de enfermedades que con frecuencia tienen un componente inmune, como afecciones inflamatorias intestinales, explica Henrique Veiga-Fernandes, el investigador principal que dirigió el estudio. Para comprender por qué sucede esto, comenzamos preguntando si las células inmunes en el intestino están influenciadas por el reloj circadiano”.

Casi todas las células del cuerpo tienen una maquinaria genética interna que sigue el ritmo circadiano a través de la expresión de lo que comúnmente se conoce como “genes del reloj”. Los genes del reloj funcionan como pequeños relojes que informan a las células de la hora del día y, por lo tanto, ayudan a los órganos y sistemas que las células forman juntas, anticipan lo que sucederá, por ejemplo, si es hora de comer o dormir.

Aunque estos relojes celulares son autónomos, aún deben sincronizarse para asegurarse de que todos estén coordinados.

Entre la variedad de células inmunes que están presentes en el intestino, el equipo descubrió que las células linfoides innatas de tipo 3 (ILC3) eran particularmente susceptibles a las perturbaciones de sus genes de reloj circadiano.

Estas células cumplen funciones importantes en el intestino: combaten las infecciones, controlan la integridad del epitelio intestinal e instruyen la absorción de lípidos, explica Veiga-Fernandes. Cuando interrumpimos sus relojes, descubrimos que la cantidad de ILC3 en el intestino se redujo significativamente. Esto resultó en una inflamación severa, la ruptura de la barrera intestinal y una mayor acumulación de grasa”.

“El concepto de que el sistema nervioso puede coordinar la función del sistema inmune es completamente nuevo. Ha sido un viaje muy inspirador, cuanto más aprendemos sobre este vínculo, más entendemos lo importante que es para nuestro bienestar y esperamos ver lo que encontraremos a continuación”, concluye el estudio.

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