En un experimento pionero, y marcando la primera vez que se logra con éxito cultivar una planta terrestre en la superficie lunar, China ha abierto nuevos caminos cultivando algodón en la luna. El logro fue parte del Proyecto Chang’e 4, con el que el país asiático está explorando el lado oscuro de la luna con un módulo de aterrizaje. Este es el mismo módulo que descubrió recientemente una misteriosa sustancia gelatinosa en la superficie de nuestro satélite.
La planta de algodón fue una de varias muestras biológicas que se colocaron encerradas en una mini biosfera a bordo del módulo de aterrizaje. De esta manera, los organismos experimentaron un entorno muy similar al de la Tierra, pero tuvieron también que lidiar con la radiación espacial y la microgravedad.
En una entrevista con la revista de ingeniería IEEE Spectrum, el líder del proyecto, Xie Gengxin, explicó más sobre los desafíos de cultivar plantas en un entorno restringido. “El peso total de la sonda Chang’e-4 exigió que el peso de los especímenes no pueda exceder los tres kilogramos”, dijo. Por eso era importante seleccionar cuidadosamente las muestras biológicas en el experimento.
Como ilustración, una reconstrucción en 3D publicada por la Universidad Chongqing muestra las hojas de la planta de algodón que crecieron dentro del módulo de aterrizaje Chang’e 4 en el lado oscuro de la luna.
El equipo seleccionó cinco especies de organismos biológicos para enviar a la luna. Tres tipos de semillas: de algodón, semillas de papa y semillas de una maleza llamada arabidopsis. Como cuarto espécimen incluyeron levadura, y por último, huevos de mosca. La mayoría de estos organismos murieron rápidamente, pero las semillas de algodón brotaron y crecieron no una sino dos hojas. Aunque otras plantas ya se habían cultivado antes en la Estación Espacial Internacional, este experimento marca la primera vez que se cultiva una planta en la luna.
Sin embargo, a pesar de los mejores esfuerzos del algodón, las hojas murieron en un día lunar, lo que equivale a dos semanas aquí en la Tierra. Durante la noche lunar, las temperaturas en la luna caen dramáticamente, y sin calentamiento externo, los organismos fueron condenados por el frío. Pero para probar si los organismos podrían sobrevivir, los científicos chinos continuaron el experimento durante varios meses.
Originalmente, el equipo planificaba enviar animales como parte del experimento, incluida una pequeña tortuga. Sin embargo, esta idea tuvo que ser desechada debido a la disponibilidad limitada de oxígeno. “Aunque es muy significativo elegir a una tortuga, el oxígeno dentro de la carga útil solo se puede usar durante unos 20 días para las tortugas”, explicó Xie.
En futuros experimentos, el equipo de investigadores quiere enviar organismos más complejos a la luna, incluidos animales, aunque no dijeron cuáles. Podría ser que tengan una oportunidad de hacerlo con la misión Chang’e 6 de China, programada para principios de 2020.