Tras el escándalo suscitado en la Diócesis fronteriza, donde dos exseminaristas denunciaron al padre Juan Manuel Rojas, mejor conocido como “Meño”, de abusar sexualmente de ellos cuando eran menores, la curia ya tomó previsiones en contra del sacerdote.
En contraparte, en la Diócesis de Saltillo siguen impunes dos casos de pederastia cometidos por dos curas diocesanos, cuyas víctimas le confesaron el abuso al obispo Raúl Vera, quien se limitó a abrir un proceso clerical a los sacerdotes ante el Vaticano.
Sin embargo, el Obispo nunca reveló los nombres de los pederastas, cuyas víctimas se negaron a ratificar las denuncias ante la PGJE.
Vera López se limitó a anunciar que los curas ya no ejercían el ministerio y que ni siquiera estaban ya físicamente en Coahuila, sin presentar pruebas de ello.
Hasta el momento se desconoce si los dos sacerdotes de Saltillo acusados de abusar de menores siguen o no ejerciendo el ministerio, pues ninguna autoridad, ni clerical ni judicial, ha dado a conocer los nombres para prevención de la ciudadanía.