La semana pasada, dos de los tres casos de suicidios en Saltillo tuvieron como protagonistas a personas que padecían depresión, una enfermedad que este año registra un alza del 156.7 por ciento respecto al 2016 en la entidad.
Según el último boletín del Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica (Sinave) de la Secretaría de Salud, hasta la semana 43 de 2017 se contabilizaron mil 502 trastornos de depresión, mientras que a la misma altura del año anterior únicamente iban 585.
El martes pasado, un hombre de 28 años y una mujer de 34 decidieron quitarse la vida en la capital del estado. Ella, Yahaira Guadalupe Vázquez, estaba diagnosticada y en tratamiento, según reveló su pareja, quien la encontró colgada en su casa.
Un día después, Alexis Jatniel Muñiz Solís, joven que se dio de baja de la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad Autónoma de Coahuila (UAdeC) por la enfermedad, tomó la misma decisión y método con tan sólo 22 años. Su abuelo, con quien vivía, confirmó que llevaba cinco años deprimido.
En su forma más grave, este padecimiento lleva a la pérdida del interés por vivir, y en la entidad son las mujeres quienes acaparan más casos en el año: mil 186, es decir, el 79 por ciento del total. Los hombres por su parte sumaron 316 (21 por ciento).
El aumento en las cifras se anticipó en la última encuesta nacional de Bienestar Autorreportado del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), donde pese a que la mayoría de los coahuilenses percibió un año más feliz, los indicadores de bienestar que previenen la enfermedad fueron los peor evaluados en el estado: buen humor, tranquilidad, energía y concentración.
Según estudios de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la depresión y el estrés son la principal causa de suicidios, donde Saltillo destaca a nivel estatal con 66 de los 189 ocurridos en 2017, el peor registro para la capital en los últimos tres años.
